La receta de hoy es para mí, muy especial, siempre me gustó la cocina y por supuesto la repostería, pero de pequeña en casa el horno se usaba muy poco, así que mi sueño desde entonces, era conseguir introducir una mezcla en un molde y que subiera y si además se podía comer eso era ya increible!!!
Probé muchas recetas de magdalenas y no conseguía ningún resultado "decente", lo habitual era que no subieran y que además y medida que se enfriaban se iban endureciendo. Pero bueno, tengo mucho tesón y no he dejado de intentarlo, ni siquiera, cuando nos mudamos y estuvimos unos años sin horno, seguí buscando recetas para hacerlas en el microondas y tampoco lo conseguí, siempre quedaban resecas y blanquecinas.
Un día, cuando por fin nos hicimos con un horno de sobremesa (es estupendo, ya os contaré otro día), me puse de nuevo a buscar en internet y la encontré......magdalenas caseras, con volumen y azúcar en el copete....están deliciosas, sólo os diré que la primera vez que las hice y mi marido entró en la cocina movido por el aroma y las vio, preguntó ¿esas magdalenas han salido de nuestro horno?
Magdalenas caseras
Ingredientes.-
50 gr de zumo de naranja (o limón)
Ralladura de naranja (o limón)
200 gr de huevos (aproximadamente unos 4 huevos
medianos)
200 gr de aceite de oliva virgen suave
220 gr de harina de repostería
1 pellizco de sal fina
1 sobre de levadura tipo “Royal”
200 gr de azúcar
Preparación.-
1) Utilizamos un bol que no esté frío y para ello podemos
calentarlo con agua caliente y después secarlo, batimos en él los huevos, el azúcar
y el zumo de naranja con varillas hasta que dupliquen su tamaño, si usáis una
batidora eléctrica y de mano necesitaréis unos 6 minutos, este paso es muy importante.
2) Añadimos a continuación el aceite y mezclamos durante unos
15 segundos con las varillas.
3) Agregamos la harina, junto con la sal y la levadura, previamente
tamizada con un colador y mezclamos con las varillas, pero sólo lo justo hasta
que queden todos los ingredientes integrados.
4) Ahora añadimos la ralladura de naranja y removemos con una
espátula.
5) Ya tenemos todos los ingredientes incorporados y el
siguiente paso es tapar el bol con film transparente y dejar reposar en el
frigorífico durante unos 30 minutos.
6) Precalentamos nuestro horno a 220º C con calor arriba y
abajo. Transcurrido el tiempo indicado, sacamos nuestra masa y con ayuda de un
cazito vamos rellenando nuestros moldes de papel hasta aproximadamente unas ¾ partes
del molde. Es muy importante que nuestros moldes a su vez los introduzcamos en
otro molde para que hagan de “faja” y las magdalenas salgan con copete y me
refiero o bien a moldes de silicona o un molde de aluminio con cavidades para
las magdalenas. El último paso justo antes de introducirlas en el horno es con
ayuda de una cucharita echar en cada una de ellas un poco de azúcar blanco con
forma de media luna.
7) Bajamos la temperatura a unos 180º C y las introducimos de
modo que queden en el centro de nuestro horno, así las dejaremos durante unos
18 ó 20 minutos hasta que queden doraditas, hemos de vigilar que no se quemen y
tener cuidado de no abrir la puerta al menos hasta que hayan subido.
8) Comprobamos con una aguja que estén bien horneadas y
dejamos enfriar sobre una rejilla.
Observaciones:
Las cantidades son para hacer aproximadamente unas 20 unidades.
No dudéis en probar incorporando pepitas de chocolate,
estarán deliciosas, también fideos de colores o chocolate y porque no, en casa
nos encanta el coco y para la última hornada hago lo siguiente: en una taza
pongo unas tres cucharadas de coco rallado y le añado un poco de agua para que
se vaya hidratando y lo incorporo a la masa con cuidado con ayuda una espátula…y al
horno, salen deliciosas, muy muy jugosas y con el inconfundible sabor a coco.
Además y para no confundirnos utilizamos moldes de distintos
colores para cada uno de los tipos de magdalenas, por si acaso a algún invitado no le gusta el coco.
Todavía recuerdo cuando de pequeña, nuestra vecina del 2º piso Lucía, hacía magdalenas y nos subía a casa unas poquitas aún calientes.............probablemente ahí comenzó mi afición por la repostería.
Todavía recuerdo cuando de pequeña, nuestra vecina del 2º piso Lucía, hacía magdalenas y nos subía a casa unas poquitas aún calientes.............probablemente ahí comenzó mi afición por la repostería.
No olvidéis nunca de disfrutar con cada una de las recetas, yo creo que es uno de los secretos para obtener un buen resultado y si por alguna circunstancia no sale bien a la primera....acordaros, siempre hay que insistir.
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