martes, 2 de febrero de 2016

Bizcocho de zanahorias



En honor a la verdad, yo he sido la primera sorprendida, en alguna ocasión he probado alguna tarta de zanahorias y estaba deliciosa, pero no estaba entre mis prioridades hacer un bizcocho de este tipo, sin embargo, hace ya unas cuantas semanas que en una comida familiar, supe que a mi cuñada le encantan y si a esto le sumamos que está embarazada, el resultado no podía ser otro, próximo objetivo: tarta o bizcocho de zanahorias.

Primero me puse a buscar recetas de tartas de zanahorias, todas con una pinta estupenda pero, eran muy elaboradas y para variar, buscaba una sencilla y rápida de hacer.

Esta receta la he tomado prestada de http://www.pequerecetas.com/y en casa ha sido todo un éxito, a mi hijo no le gustan nada las zanahorias, sólo se las come en el puré de verduras (porque no las ve), pero en cualquier otra comida se las tengo que apartar, así que os podéis imaginar lo que me dijo cuándo se enteró de los ingredientes “pues yo no lo pruebo”. No obstante, me ayudó a pelar las zanahorias y a pesar todos los ingredientes y a medida que se iba haciendo en el horno y la cocina se llenaba del olor del bizcocho iba cambiando de idea. No os diré más que, si me descuido casi ni lo probamos su padre y yo.





Bizcocho de zanahorias

Ingredientes.-

250 gr de zanahorias (crudas y peladas)
200 gr de harina de repostería
7 g de levadura
125 ml de aceite de oliva virgen suave
4 huevos tamaño L (grande)
250 gr de azúcar blanca


Preparación.-

Acordaros de que las zanahorias las vamos a utilizar crudas y que debemos pesarlas cuando estén ya peladas.

El siguiente paso es quizás el más importante, una vez peladas y limpias las zanahorias, las troceamos y triturarlas con el aceite de oliva, el resultado tiene que ser una especie de batido espeso, tal y como podéis ver en la foto y reservamos.




Tamizamos varias veces en un bol la harina con la levadura.

En un bol batimos el azúcar y los huevos enteros hasta que estén bien integrados, no es necesario que blanqueen. Yo he utilizado las varillas de batir de la Kenwood, pero seguro que saldrá muy bien con una batidora de mano, a continuación incorporamos poco a poco nuestra "papilla de zahanorias" y finalmente y a velocidad baja echamos la harina con la levadura.

Cuando estén bien incorporados todos los ingredientes, subimos un poco la velocidad y terminamos de batir bien.
  
Vamos precalentando el horno a 185º con calor arriba y abajo y mientras cogemos un molde redondo de unos 24 cm o uno alargado de unos 25 aproximadamente y lo engrasamos con aceite de oliva, yo le pongo en la base una pieza de papel de hornear para asegurarnos de que luego sale bien el bizcocho, vertemos nuestra mezcla en el molde y horneamos durante unos 30 minutos.

antes de meter en el horno

Comprobamos que esté listo pinchando con una aguja en el centro del bizcocho, si sale limpia, el bizcocho está listo, de lo contrario tendremos que meterlo en el horno unos minutos más. Dependerá de la potencia de vuestro horno.

Lo dejamos que repose unos minutos dentro del molde y sobre una rejilla y luego lo sacamos del molde y esperamos a que se enfríe completamente. 

espolvoreado con azucar y canela

El resultado es un bizcocho muy jugoso y de un sabor delicioso, del que nadie diría que su ingrediente principal son las zanahorias.

Para su presentación, tenemos muchas alternativas:

1-    Espolvorear con azúcar glass.
2-    Espolvorear con una mezcla de azúcar blanca y canela, cuando aún está caliente el bizcocho para que se adhiera mejor.
3-    Ponerle una cobertura de chocolate negro o chocolate blanco.
4-   Finalmente y si es para una ocasión especial, se puede cubrir con una capa de frosting de queso tipo “philadelphia” con azúcar glass, si elegís esta opción, acordaros de guardarlo en el frigorífico.

Observaciones:

Este bizcocho se conserva perfectamente en un recipiente hermético, una vez se haya enfriado del todo por unos 4 ó 5 días, aunque no creo que os dure tanto. 



Si debido a la cobertura (frosting) lo tenéis en el frigorífico, os aguantará unos dos días dentro de un recipiente hermético.

En cuanto al primer paso de la receta, es muy importante que quede una mezcla homogénea de zanahorias y aceite, para ello es imprescindible “triturarlas” no vale rallarlas y luego mezclarlas con el aceite, Para este paso, he utilizado una batidora de vaso, de las que pueden triturar hielo y se utilizan para batidos, gazpachos, etc., no sé qué resultado dará con una batidora convencional, he leído que dependiendo de la potencia podría quemarse el motor, así que tened cuidado, no os olvidéis de que las zanahorias son muy duras. Supongo que si se rallan primero y luego se trituran con el aceite, el resultado debería ser el mismo y no ponemos en peligro la batidora, ya me diréis que tal…

Como casi siempre y puestos a aprovechar el calor del horno, duplicamos los ingredientes y horneamos dos bizcochos juntos y en 45 minutos estaban listos.

Y por último, aunque no menos importante, probablemente éste es el bizcocho más sano que he preparado, su ingrediente principal son las zanahorias y no lleva ni margarina ni mantequilla, sólo nuestro estupendo y saludable aceite de oliva.

Con esta receta no tenéis excusas, hay que probarlo, vais a repetir seguro!!!

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