martes, 17 de noviembre de 2015

De mi afición por las maquetas




Aún no os he hablado de ello, pero me encanta hacer maquetas, sí ya se, hay muchos tipos de maquetas y seguro que estáis pensando en los packs que venden en cajas con todas las piezas incluidas, listas para separar, limar, pegar y pintar y la verdad, es que no son de ese tipo. He de confesar que si de pequeña me hubieran regalado una de estas cajas, me da igual que hubiera sido de un tren, de un helicóptero o de un carro de combate, hubiera sido la niña más feliz del mundo.




Esta afición viene de hace aproximadamente unos 15 años, si habéis oído bien, quince años. Mi marido es arquitecto y desde que le conozco participa en concursos de ideas, con la exigencia de tiempo y dedicación que ello conlleva, es decir, trabajar contrarreloj fines de semana y alargar mucho las jornadas si hace falta y como os podéis imaginar toda ayuda es poca. Así me encontré un día, llegaba la fecha de entrega de un concurso y querían incluir unas fotos de una maqueta en los paneles (os hablo de cuando se tenían que llevar los carretes de fotos a una tienda para su revelado y literalmente se pegaban), pero no había tiempo y me preguntaron ¿qué tal se te dan las manualidades? … ese fue el comienzo.

Resultó que no se me daba mal del todo, y tengo que decir a mi favor que tengo mucha paciencia y un buen pulso, de modo que ahí sigo, ayudándole con las maquetas que hagan falta, ya sea para un concurso o para un proyecto.

En estos años, he tenido ocasión de averiguar muchas cosas, algunas gracias a trucos que me han ido contando en tiendas especializadas y que les agradeceré siempre y otras simplemente con aquello de “prueba y error”.

Con esta entrada, sólo quería haceros partícipe del porqué de nuevos post que iré subiendo en la sección de varios y que intentaré alternar con nuevas recetas.
Espero que os guste tanto como a mí.

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